Considerando que los juegos para prebos tienen que ser divertidos y hacer que la ingesta de alcohol pase lo más desapercibida posible, el juego de los vikingos es una gran opción.
Se sientan todos los participantes alrededor de una mesa. La idea es que empiece uno, a elección propia. Éste mismo será el vikingo. Con sus manos debe formar unos cuernos sobre su cabeza, y su compañero a la derecha debe remar hacia afuera del “barco” imaginario, lo mismo que el de su izquierda. Mientras tanto, todo el resto de la mesa debe ponerle emoción gritando a coro “uh, uh, uh, uh” bien rápido. El vikingo principal debe pasarle la posta a otro compañero apuntandolo con sus cuernos, pero antes tiene permitido hacer un amague. El nuevo vikingo elegido debe estar atento para tomar la posta, al igual que sus compañeros a los costados para remar; si alguno se equivoca, debe tomar.
Solo imaginen esto con más de diez personas ya entradas en copas, gritando todos “uh, uh, uh”…puede ser algo realmente gracioso.